A mi regreso de Lima, traigo millones de imágenes, tanto en mi corazón como en mi memoria. Las fotos solo son un pálido reflejo de lo que allí encontramos, como las palabras que solo alcanzan a esbozar las experiencias adquiridas y nunca suficientes, para ponderar los sutiles encantos de esa ciudad tan esquiva...
Lápida en cementerio Presbítero Maestro.
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